Nuestra historia
En palabras de nuestro editor fundador...
En 2003, fundé la revista arbitrada y electrónica A contracorriente con la ayuda de William (Billy) Acree. En ese momento, en que reinaba el posestructuralismo y la teoría como tal, casi siempre de origen norteamericano o europeo, esta propuesta parecía ocupar un lugar más significativo que la literatura y las ciencias sociales. Así las cosas, el objetivo de la revista era vincular la crítica literaria con el trabajo de los historiadores, politólogos, y sociólogos de izquierda cuyo enfoque principal era América Latina. Junto con otras revistas impresas, entre ellas Ideologies & Literature, Nuevo Texto Crítico, Revista de crítica literaria latinoamericana, A contracorriente se proponía publicar estudios literarios, políticos, sociológicos e históricos de académicos en América Latina así como Estados Unidos y Europa sobre América Latina.
Nosotros queríamos que nuestras publicaciones arrancaran de un conocimiento vivencial de las concretas experiencias históricas en América Latina—en la “periferia”—y no de una teoría elaborada de manera abstracta en el “Centro.” En rigor, no queríamos, como muy lo dijo Neil Larsen, que la teoría fuera un “suplente” de la falta de conocimiento del contexto latinoamericano. Unos pocos años después, A contracorriente llegó a ser lo que era en realidad: una revista de estudios latinoamericanos que publicaba (y publica hoy en día) artículos, reseñas, ensayos de debate, entrevistas, e intercambios sobre y desde los países latinoamericanos.
A raíz de esto y con los mismos propósitos, fundé la Editorial A Contracorriente en 2011, gracias a la ayuda del entonces Editor de Producción, Samuel Sotillo (Universidad Estatal de Caroliina del Norte), quien también asumió ese puesto en la revista. La idea era publicar libros sobre los estudios latinoamericanos por latinoamericanos y desde un punto de vista decididamente de izquierda. Luego, Carlos Aguirre (Universidad de Oregon), quien había sido editor de la sección de reseñas para la revista, tomó la posta como editor (hasta ahora) de la serie de historia y ciencias sociales. Carlos ha desempeñado un rol indispensable en la evolución de la revista y la editorial. La editorial se inauguró con la recopilación Otras voces. Después, Nuevas identidades en la frontera sur de California (testimonios), a cargo de Alejandro Solomianski, Marisol Montaño y Sofía Wolhein (Universidad Estatal de California en Los Ángeles) se publicó en en el otoño de 2011. Siguió la recopilación a cargo de Ana Peluffo (Universidad de California en Davis), Pensar el siglo XIX desde el siglo XXI y Nuevas miradas y lecturas, en la primavera de 2012.
Desde ese momento en adelante, empezaron a llegar más manuscritos de estudiosos destacados en el campo, tanto en América Latina como en Estados Unidos y Europa. Siempre con el mismo objetivo que se había propuesto la revista: publicar estudios que demostraran un conocimiento riguroso del contexto latinoamericano y una capacidad analítica que entretejiera lo social, lo político, lo histórico, lo literario y lo teórico y que lo hiciera desde el punto de vista de una izquierda autocrítica, abierta a los debates y los intercambios de ideas y poco propensa a dejarse llevar por las modas en el ámbito académico, particularmente en Estados Unidos.
Seguimos comprometidos con esas ideas fundacionales. Desde 2017, Ana Forcinito ha contribuido importantísmo trabajo como editora a cargo de la serie de literatura y cultura. Y desde 2019, la University of North Carolina Press diagrama, diseña, y distribuye nuestros libros.